No solo es aconsejable vender material de oficina y material escolar, que son algunas de las ventas en las cuales se basa prácticamente el beneficio grueso de estas franquicias.

El número de papelerías en España es elevado y es un negocio que ha estado siempre presente en cada barrio y en que cada pueblo que se preste pero no desde el concepto del franquiciado. Lograr un asesoramiento comercial y legal desde el primer día y marcar las pautas de cómo llevar con éxito el negocio, son una de las grandes ventajas de posée una de estas franquicias de papelerías. Sin embargo, no todas se dedican a la venta de carpetas, folios, bolígrafos, libretas y un sinfín de productos necesarios en todas las edades y grupos sociales bien por ocio o por trabajo. También las hay que venden consumibles y tintas para impresoras, las que incluyen servicios de reprografía e impresión digital (realización de tarjetas, fotocopias, envío de fax, etc…) e incluso otras van más allá y ofrecen hasta diseño de páginas webs o venta de libros, una de las últimas incorporaciones en la familia de las franquicias de papelería. 

En su conjunto, las franquicias de papelería requieren inversiones dispares que oscilan entre los 15.000 y los 100.000 euros aproximadamente.

 Otra de sus ventajas es que aúnan la venta directa al público de sus productos y servicios junto a  la opción de elaborar contratos de suministro de estos materiales para instituciones públicas, privadas y empresas del sector, que suelen convertirse en buenos y recurrentes clientes. Suelen estar instaladas en calles transitadas de poblaciones medianas y grandes ciudades y, como novedad, muchas han incorporado el catálogo de sus productos a la venta on line así como promociones para llegar a más público y aumentar así sus ventas. La franquicia asesora comercialmente a estas nuevas empresas e incluso les suele facilitar una página web con tienda propia además de la logística propia, obviamente. Por su cometido, tampoco necesitan grandes espacios comerciales donde actuar lo cual es todo un beneficio económico a tener en cuenta a final de mes.