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Las franquicias de destrucción de documentos no solo limitan su trabajo al papel, sino a todo documento de cualquier formato: cintas, discos duros, discos… también ofrecen servicios de reciclaje de material electrónico, de consumibles como cartuchos y toners, medios ópticos e incluso servicios de digitalización de documentos para que la empresa o el particular ahorre espacio y dinero. La superficie media de estas franquicias suele ser de 100 metros cuadrados, se trata de un sector con poca competencia y no necesita un elevado número de empleados, pudiendo la franquicia ayudar en la localización de los clientes potenciales.
Muchas empresas y organizaciones tienden a acumular grandes cantidades de documentos e información relativa, en la mayoría de los casos, con su actividad laboral. Pese al momento tecnológico en el que vivimos, el papel sigue siendo una parte muy importante del trabajo en muchas oficinas. La acumulación de documentos es vital en ocasiones pero en otras, tan solo ocupan espacio y el valor de la información que en ellos reside desaparece con el tiempo. Las franquicias de destrucción de documentos son todavía un sector por explotar, existen muchas y muy variadas empresas que se dedican a esta labor pero no de forma franquiciada y eso, pese a que las inversiones necesarias no son altas, entre 20.000 y 40.000 euros.
La destrucción de la documentación es una etapa importante en la gestión de cualquier empresa y esta debe hacerlo respetando unas leyes de obligado cumplimiento. Las franquicias de destrucción de Documentos forman a sus empleados en la Ley LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos), vital para este tipo de trabajo y en unos requisitos mínimos sobre medio ambiente. Porque no solo basta con reciclar, con los servicios de estas franquicias se tritura y desaparece dicha información, no es un servicio de compra y venta de papel, quedando así la información aniquilada por completo.
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