Autor: Franquicias.es - 2014-02-14
Situado en la Calle Mariblanca, números 7 y 9 de la localidad madrileña, el establecimiento de Patricia y Javier se ha ganado la confianza de los vecinos del pueblo con un modelo de negocio justo, que a su vez les permite ser rentables.
A la gente en Madrid le cuesta pagar una tapa, ya que la suelen dar con las bebidas. Pero cuando repartimos flyers y transmitimos cómo es nuestro modelo de negocio, los vecinos vienen solo por ver que somos honrados y que traemos precios justos. Más que por ser baratos, se quedan en que somos justos para los tiempos que corren”. Así de claro lo tiene Patricia que, junto a su marido Javier, abrieron el pasado diciembre uno de los más de 60 locales que tendrá Mercado Provenzal por toda España a finales de 2014.
En concreto, lo situaron en pleno Centro de la localidad madrileña de Móstoles, de donde proceden ambos franquiciados, en la calle Mariblanca, números 7 y 9, local 1. Y decidieron dar el paso gracias a una filosofía única, que fomenta la economía familiar tanto con sus precios bajos como por ser una salida al autoempleo en tiempos de crisis. “Yo trabajo de comercial y mi marido en el sector de la construcción. El sector de la hostelería no nos gustaba, pero al ver la propuesta de la enseña y conocer que solo costaba 50.000 euros abrir el local, nos decidimos rápidamente”, explica Patricia.
Hasta ahora el negocio les va muy bien. En su establecimiento se sirven menús completos a 3’90€, montaos desde 0’50€ y desayunos por 1€. Precios que, unidos a la habitual caña a 0’40€, han convertido a Mercado Provenzal en la cervecería más barata de España.
Estos precios bajos, todos los días del año y a cambio de una alta calidad, con platos incluso gourmets, se han notado aún más en Móstoles porque, como asegura Patricia, se trata de una ciudad “que no es de gente de dinero. Los vecinos lo agradecen porque en comparación con otros bares, el contraste es mayor, ya que aquí, haciendo cuentas, siempre sale más barato que en otros sitios”.
La cervecería de este matrimonio emprendedor está enclavada en plano centro de Móstoles, una ciudad dormitorio de Madrid, y tiene cerca una biblioteca, un ambulatorio y los juzgados. Con 90 metros cuadrados y una amplia terraza de más de 30 veladores, el local se sitúa en una zona de mucho paso y de tapeo los fines de semana.
Estas condiciones, y la perfecta integración del establecimiento en la zona, ha permitido que en el Mercado Provenzal de Móstoles los vecinos puedan disfrutar de grandes momentos a precios justos, con un modelo de negocio que recibió el Premio Nacional a la Mejor Franquicia de Hostelería de 2013. “Solemos tener clientes fijos del pueblo, incluso policías, bomberos y funcionarios. Sobre todo a la hora del desayuno, que viene mucha gente. Todo ello pese a ser un pueblo en el que apenas hay franquicias de ningún tipo”, señala Patricia, orgullosa de pertenecer a una enseña que recupera los valores de nuestros abuelos, donde no era necesario endeudarse de por vida para abrir un negocio y poder ser rentables.
Para ver más informaciones sobre esta enseña, visite: Mercado Provenzal
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