¿franquicias rentables? ¿Cuáles son las características que deben tener las Franquicias Rentables? ¿Cuáles son los factores que influyen para que las franquicias sean rentables? ¿Qué sectores son los más rentables Todas estas preguntas y algunas más trataremos de responder a lo largo de este artículo con el objetivo de tener una visión más clara y determinar cuáles son las perspectivas y los condicionantes de un sector que también ha sufrido los rigores de la crisis económica, pero que ha conseguido capear el temporal y se presenta como una alternativa sólida.
En primer lugar deberíamos definir qué son las franquicias rentables, las cuales deberíamos decir que son formas de servicios o bienes, que no productos sino ideas y empresas, organizadas por otra persona que las administre y haga crecer su volumen de negocio en el mercado. Por lo tanto, de esta definición se podría desprender que el franquiciador (quien ofrece la enseña) vende al franquiciado (quien adquiere la franquicia) la idea y forma de producción de un negocio que ya está en funcionamiento siguiendo las directrices de imagen institucional y posicionamiento ya adquiridos por el dueño de la idea o negocio, es decir hay que seguir las directrices que se marquen desde la empresa matriz.
También deberíamos añadir a esta definición otro dato que no debe pasar desapercibido y es que las franquicias más rentables son también aquellas con un alto margen de beneficio y con un retorno rápido de la inversión.
Estas serían las dos grandes definiciones de una franquicia rentable, por lo que ahora vamos a resolver algunas de las cuestiones que deben presentar las franquicias para convertirse en rentables.
La respuesta a esta pregunta es que sí, aunque lo que realmente importa es la originalidad y el posicionamiento del producto o servicio que se convierta en franquicia.
Hay negocios de servicios o productos que ya existen muchos en el mercado, pero lo que da valor a la franquicia es una ‘vuelta de tuerca’ que se le ha ocurrido al dueño de la marca y que la ha convertido en un negocio exitoso, bien aceptado, novedoso y que ha creado un necesidad donde antes el usuario no la tenía.
Existe una regla en el mundo de los negocios de origen español que parece ser la apropiada para evaluar el éxito de un servicio o producto que quiere convertirse en franquicia, se la llama Regla del 2 x 3 ó 3 x 2: Esto quiere decir que: 2 sucursales que tengan buen funcionamiento durante 3 años ó 3 sucursales que tengan buen funcionamiento durante 2 años.
Debemos aplicar siempre esta fórmula para saber si la franquicia que deseamos establecer se convertirá en algo rentable y con perspectiva de éxito o en un negocio con escaso recorrido.
Una franquicia está compuesta por la conjunción de una marca, los conocimientos, la tecnología de producción, ejecución y la asistencia continua de los dueños de la idea o del negocio matriz para con las personas que adquieran esa idea.
Además, las franquicias rentables tienen otra serie de elementos por lo que destacan y convierten sus ideas en algo exitoso para franquiciado y franquiciador. Es capital que la idea inicial de la franquicia que se quiera convertir en rentable sea algo novedoso para los potenciales clientes, que sea algo que se convierta en una necesidad para esos clientes y que suponga un valor añadido a lo que se considera una franquicia tradicional.
Entre otros factores que influyen a la hora de convertir una franquicia en un negocio rentable debemos destacar que es de vital importancia la ubicación (en el caso de estar hablado de una enseña que base su fortaleza en la afluencia de público, este caso podría ser un restaurante, una tienda o cualquier otro negocio situado en plena calle). Todo este tipo de franquicias buscan tener un buen local, en primera línea comercial y con un alto tránsito peatonal. Buscan una zona exclusiva donde la competencia de negocios del mismo sector sea mínimo y donde se conviertan en un referente para la zona.
En definitiva, elegir un sitio adecuado, con posibilidades y buenas perspectivas puede marcar la línea que convierta a una franquicia en algo rentable y exitoso o en un negocio sin perspectiva y sin futuro de ahí que la ubicación se haya convertido en el principal elemento diferenciador.
Otro de los elementos que debemos explicar son las obligaciones que tienen que tener tanto el franquiciante como el franquiciado.
En cuanto al primero de ellos, el franquiciante, debemos destacar que es aquel que tiene lo que se llama o conoce como ‘know how’, que en inglés significa ‘saber hacer’ o ‘saber cómo’ para comercializar un producto o servicio mediante y que mediante un contrato cede los derechos de uso, la tecnología y todo lo necesario para que otra persona pueda utilizarlo también para comerciar.
En cuanto al contrato, que especifica las reglas de juego entre ambos personajes, se especifican las formas en que se llevarán a cabo los procesos de fabricación o producción y las estrategias de venta. Para esto debe seleccionar y capacitar a quien vendrá la franquicia y luego de la capacitación mantener contacto para la asistencia técnica.
Además este contrato le permite desarrollar y mejorar los productos o servicios, y luego capacitar a los que comercializan su idea para que el desempeño de todas las franquicias sea similar, es decir, mantenga la imagen de la marca.
Para lograr esto, el contrato establece que debe supervisar la red de todas las franquicias que tenga previniendo, solucionando o actualizando todas las cuestiones que puedan afectar a la imagen de la marca.
En cuanto al segundo personaje que participa en el montaje y desarrollo de una franquicia, el franquiciado, tiene también diferentes obligaciones que se desprenden de la firma y aceptación del mencionado contrato.
Al firmar el contrato el franquiciado tiene el derecho a comercializar la marca del producto o servicio que se haya decidido a explotar.
El contrato reglamenta que debe pagar una cuota inicial y regalías constantes, además de ser el responsable de operar y administrar la marca según las reglas preestablecidas.
Los gastos de operación del negocio son responsabilidad del franquiciado, la contratación de nuevos empleados y su desempeño también son su responsabilidad.
Otro de los aspectos que comentamos al principio del artículo era saber cuáles son las características que tienen las franquicias rentables. En este apartado podemos reseñar que para que una enseña se convierta en un modelo de negocio rentable debe de cumplir una serie de requisitos:
Estas serían cuatro reglas o características básicas para que un negocio o idea se convierta en una franquicia rentable que sea capaz de imponer su seña de identidad y que logre resultados óptimos en los tiempos de crisis económica que estamos viviendo, algo muy complicado, pero posible.
Otro de los puntos que queríamos resaltar en este artículo es conocer cuáles son esos sectores donde las franquicias rentables consiguen una aceptación mayor y en menor espacio de tiempo.
Las franquicias de restauración o de marcas y enseñas grandes y consolidadas en el mercado son las principales apuestas que deben realizar los franquiciadores para conseguir triunfar con una franquicia rentable.
Pero también otro la clave radica en prescribir unos sectores u otros, que también, si no en estudiar cada franquicia por separado y detenidamente (el apoyo de la central, los royalties mensuales, la formación, el grado de implantación de la marca) no dejando de lado otras variables relacionadas con el mercado local en el que operará el franquiciado y su capacidad económica y de trabajo.
El grado de innovación del negocio es otro ítem a tener en cuenta. He aquí donde las tendencias generales de los consumidores entran en juego y que marcan las directrices también en la franquicia: culto al cuerpo y a la belleza, productos ecológicos, alimentos más naturales y menos calóricos, el fenómeno low cost en textil, el comercio online, los servicios a domicilio, etc. Estos serían algunos de los sectores de referencia dentro de lo que podemos considerar una franquicia rentable.
Además de todas estas, hay que indicar que existen otras fórmulas clásicas que, por muy obvias que parezcan, nunca fallan: un buen servicio y un buen producto, un buen diseño y una buena calidad y el valor excepcional de formar parte de una marca consolidada y con proyección internacional.
