Cada hogar español se gasta aproximadamente en torno a 4.400 euros anuales entre comida y bebida. La partida económica que se le dedica a la alimentación es uno de los gastos más importantes que se realiza en cada hogar, solo superado por el de la hipoteca y por encima del gasto en ropa.

Cualquier municipio que se precie tiene en su haber su propio supermercado y muchos de estos pertenecen a la familia del franquiciado. Pese a que la competencia es alta y se requiere de una inversión medio-alta respecto a otro tipo de franquicias, la proliferación de Franquicias de Supermercados y tiendas de alimentación no ha dejado de crecer en nuestro país. 

Según el informe anual “La Franquicia en España” elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores, el sector de la alimentación es el que más franquicias acumula en toda la geografía española con más de 8.000 tiendas abiertas. Y es que más allá de las grandes superficies, estas franquicias ofrecen un trato más directo y cercano al consumidor final, además suelen estar disponibles en áreas geográficas más próximas y de más fácil acceso, aunque las hay que optan por las zonas más comerciales en competencia directa con las grandes superficies, aun sabiendo que éstas ofrecen un mayor surtido de productos. 

Con el paso de los años, han ido abriendo sus puertas Franquicias de Supermercados y Franquicias de Alimentación más temáticos que ya no venden los típicos productos que podemos encontrar en cualquier tienda.

Hay franquicias especializadas en la venta de embutidos o quesos, de comida ecológica e incluso de productos de otras nacionalidades donde la comida made in USA lleva la delantera, también otras nacionalidades como comida italiana o de Europa del Este. Cocina lejana a la Mediterránea y a la que estamos acostumbrados pero que, debido a su exclusividad, han logrado hacerse con una parcela de público incluso más fiel que aquel que acude a los supermercados y tiendas de alimentación al uso, pudiendo hacer peticiones de productos agotados y ofreciendo un trato aún más exclusivo.

El precio de estas franquicias de supermercados y tiendas alimentación es bastante amplio, dependiendo de la extensión mínima que la franquicia obligue, pudiéndose mover de entre unos 35.000 a más de 200.000 euros. Son las franquicias las que suelen encargarse de la logística, formación y la publicidad de cada una de sus nuevas tiendas.